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Posted by : SooriBang 9/12/13



Título: Medicina
Autor: SooriBang
Extensión: 1 Capítulo (Oneshot)
Grupo: B.A.P
Pareja: BangHim (Yong Guk & Him Chan)
Género: Yaoi, Comedia, Romance
Advertencias: Lemon 
Resumen: Odiaba la primavera. Siempre había gente que le tenía alergia al polen, cambios bruscos de temperatura o esos malditos resfriados. Pero quien peor lo pasaba no eran los enfermos, no señor... quien peor lo pasaba con todo aquello era la persona que para su desgracia se libraba de las alergias y en ese momento del resfriado y tenía que cuidar al resto.

Him Chan ha tenido esa 'suerte' y tiene que cuidar al resto de miembros del grupo, aunque más concretamente a un líder que, a pesar de la fiebre alta, parece tener una idea muy divertida con la que curarse el resfriado.



Este fue el primer fic de temática Yaoi que escribí hará cosa de unos meses y me salió un Oneshot de la pareja BangHim que si bien no es que la shipe demasiado podría tolerarla si hablamos de B.A.P xDD 
Espero que os guste y ya sabéis que yo seré feliz con vuestra más sincera opinión. ¡Nos leemos! 


B.A.P - Medicina {BangHim}

Odiaba la primavera. Era una estación llena de cambios de temperatura, de polen por todas partes y de no saber si te va a caer el diluvio universal en la cabeza o en cambio tendrás que quitarte la piel a tiras.
Era horrible ese calor que se te pegaba por todas partes y al cabo de unos minutos venía un frío viento que te hacía ponerte de nuevo la chaqueta (si habías tenido la genial idea de coger una).
Pero eso no era todo, no. Los que eran alérgicos se morían por los rincones cada vez que salían de casa puesto que el mundo parecía infestado de aquel polen que, hasta para los que no sufrían de esa alergia, era bastante irritante. ¿A quién le gustaba que se te metieran cosas por la boca, ojos y nariz? A nadie.
Y, por último, estaba los resfriados. Esos cambios de temperatura tan abrumadores no le sentaba bien a nadie y durante esos meses siempre había alguna que otra semana en la que tenías que quedarte en casa o vivir la vida en el baño, dependiendo del resfriado que hayas cogido esa vez.

Y así es como podíamos encontrar a los integrantes del grupo B.A.P en su correspondiente apartamento, cerca de un parque para molestia de un par que sufrían de la alergia y más dolor de cabeza para el resto con sus constantes estornudos y quejidos entre los cuales se encontraba el de “¡¡cierra la ventana que entra el puto polen!!”

Pero quien peor lo estaba pasando no eran los enfermos, no señor... quien peor lo pasaba con todo aquello era la persona que para su desgracia se libraba de las alergias y en ese momento del resfriado.
Kim Him Chan escondía la cabeza entre sus rodillas mientras se mecía de delante hacia atrás sobre el sillón del comedor. El sofá estaba ocupado por el
maknae del grupo que, todo lo largo que era, le gemía por lo bajito que quería un vaso de leche porque le dolía la garganta.
- ¡No te voy a dar leche! ¿Qué pasa si de repente empiezas a crecer más y más y al final no entras por la puerta de casa?
- ¡
Hyung, quiero leche! - le reprochaba mientras asomaba la cabeza por la manta que lo cubría y le ponía morros y ojos de cordero degollado. No funcionaron porque una serie de estornudos y toses le obligaron a ponerse de pie e intentar respirar para seguir viviendo.
Him Chan se levantó alejándose de todos los bichos que estaba soltando el
maknae con los estornudos y se dirigió a la única parte de la casa a la que había prohibido que los cinco enfermos entrasen. La cocina.
Puso un poco de agua a hervir y se preparó para hacer té a todos, era lo mejor para sus gargantas irritadas mientras no pudieran tomarse los medicamentos. A decir verdad Dae Hyun estaba tardando demasiado de la farmacia hasta casa. El chico era el que se encontraba mejor de los cinco y le había hecho el favor de salir a comprar lo necesario para sobrevivir ese fin de semana en casa dado que él se encontraba demasiado ocupado cuidando al resto.
Una serie de golpecitos en la puerta le sacó de su ensoñación y corrió para evitar que quien fuera que estuviera al otro lado entrase a su lugar sagrado y libre de bichos.
- ¡Ni se te ocurra, seas quien seas! - le gritó - Nombre, edad, nivel de la enfermedad y motivo de tu visita- le preguntó frunciendo el ceño haciendo que la persona del otro lado comenzase a reír.
-
Hyung, soy Dae Hyun, 20 años, nivel intermedio de enfermedad y vengo a dejar todas las compras.
- Dae Hyunnie - sollozó el chico dejándolo entrar antes de cerrar rápidamente la puerta.
El chico llevaba una mascarilla lo que le recordó al debut del grupo dónde él apenas hablaba puesto que tenía el rol del misterioso y callado.
- No me vendría mal una de esas - murmuró el mayor mientras sacaba diversos alimentos que acto seguido metió en la nevera.
- Lo he pensado, por eso te he comprado esto - le dijo el chico mientras le tendía un paquetito envuelto- he tardado un poco más porque me he desviado del rumbo, pero no vendían ninguna que me gustase y que sabía que te iba a gustar por esta zona.
Him Chan le sonrió de oreja a oreja mientras colocaba frente a sus ojos una mascarilla de color negro. Se lo agradeció con un abrazo y prometiéndole cocinarle lo que quisiera para cenar.
- ¿Cómo está el resto? - preguntó extrañado por el silencio de la casa, exceptuando los estornudos del
maknae en el comedor y sus constantes 'Hyung, mi lecheeeee'.
- Hace un rato he ido a ver como están Young Jae y Jong Up, ambos siguen vivos pero el polen los tiene con un pie en el otro barrio - se quejó el mayor mientras servía el té y lo dejaba reposar los tres minutos correspondientes - Por el contrario Bang Yong Guk directamente está muerto, tiene fiebre que he intentado bajarle además creo que tiene la garganta inflamada, con decirte que tiene la voz grave...- Dae Hyun le miró alzando una ceja- bueno, más de lo normal, ya sabes...
- Iré a ver a Young Jae y Jong Up - dijo el chico - yo les llevaré el té cuando esté listo no te preocupes.
- Muchas gracias, iré a ver si el líder se ha muerto.

La habitación estaba en penumbra y tardó unos segundos en acostumbrarse, aunque daba gracias de saberse de memoria todas las habitaciones de aquella casa porque de no ser así seguramente habría terminado con una pierna rota y en el hospital. Aunque ahora que lo pensaba seguro que allí estaría más seguro que en aquella casa llena de gérmenes.
En la cama más alejada de la puerta y más cercana a la ventana un bulto parecía estar temblando.
El chico se asustó y corrió los pocos metros que le quedaban antes de sentarse en la cama.
- Bang, ¿cómo te encuentras? - le preguntó antes de ponerle una mano en la frente, seguía ardiendo.
Había traído una cubeta con un paño así que hizo que el chico se acostara boca arriba para poder ponérselo en la frente.
El líder abrió un ojo y lo fijo en su compañero.
- ¿Qué...? - comenzó a toser antes de termina siquiera su pregunta.
- No hables, no sé exactamente qué quieres preguntarme pero por si acaso... Dae Hyun está bien, Jun Hong está bien pero quejándose como un condenado. Young Jae y Jong Up están bien y siendo cuidados por Hyunnie y a ti tenemos que bajarte esa maldita fiebre sea como sea.
Yong Guk levantó una mano y tocó la mascarilla que el llevaba puesta.
- Un regalo de Dae Hyun, se lo agradezco porque no puedo ponerme enfermo con todos vosotros medio muertos por casa.
Una media sonrisa se instaló en el rostro del líder.
- Eso me gusta más, estás más guapo sonriendo - le dijo el chico quitándole el paño y volviéndolo a mojar.
- Siempre estoy guapo - le contestó el chico ampliando un poco la sonrisa ganándose por ello un pequeño golpe en la frente - ¡yah! que estoy enfermo - le recrimina.
- Para lo que quieres - contestó el otro mientras le volvía a poner el paño en la cabeza - tenemos que bajar esa fiebre, y si no tocará meterte en la bañera.
- ¿Vienes conmigo? - le preguntó sin borrar la sonrisa a lo que Him Chan alzó una ceja totalmente incrédulo por el descaro de su mejor amigo.
- Definitivamente tienes fiebre, ¿desde cuando flirteas conmigo?...
Yong Guk abrió la boca para contestar pero un ataque de tos se lo impidió.
Fuera en el pasillo podían escuchar voces, seguramente sería Dae Hyun o alguno de los otros dos que habían sobrevivido al ataque de alergia y había salido a la superficie.
Him Chan se apresuró a ponerse en pie y asomar la cabeza por el pasillo para hacerse oír por toda la casa.
- ¡Ni se os ocurra entrar a la cocina!
- ¡¡Yo quiero leche!! - volvió a oír al
maknae quejarse.
- ¡¡Que nadie le de leche al niño ese, o no parará de crecer en la vida y terminará siendo un gigante y nos devorará a todos!! - contestó Him Chan al mismo tiempo que Dae Hyun asomaba la cabeza por la puerta y salía con una bandeja en la cual supuso había llevado el té a los dos chicos que se encontraban en el interior.
- Sabes que no va a callar en toda la tarde - le recuerda pasando por su lado en dirección a la cocina.
- ¡Jun Hong nada de leche! Puedes jugar con el videojuego... ¡¡pero solo media hora!!
El grito de júbilo que soltó el chico llenó de felicidad la hasta ahora sombría casa.

Him Chan volvió a entrar en la habitación cerrando la puerta tras de sí.
- ¿Solos? - preguntó el líder de nuevo haciendo aparecer la sonrisa.
- Bang, tienes fiebre y no sabes ni lo que estás diciendo. Hay que bajártela... - le contestó el menor de allí mientras buscaba por encima de la mesa el termómetro y se lo metía en la boca.
- Depende de lo que quieras bajar... - le contestó de vuelta con la voz más grave de lo normal.
- Y estate callado o se te empeorará la garganta, ¿qué haremos si se te fastidia?
- Compondré - soltó como si la respuesta fuera más que obvia.
En ese momento el termómetro pitó.
- 38 grados y medio, al menos va bajando poco a poco - suspira más aliviado, se había alarmado enormemente cuando el líder sobrepasaba con creces los 39.
- Pero creo que sigo necesitando ese baño - le dijo de repente poniéndose mortalmente serio.
- ¿En serio? Bien pues vamos allá... - le dijo tendiéndole la mano para ayudar a que se levantara. Yong Guk aprovechó y pasó los brazos por los hombros del chico, apoyándose a la hora de caminar.
Salieron al pasillo y se metieron en la puerta justo frente a ellos dónde un baño algo desordenado y una amplia bañera los esperaba. Sentó al líder sobre la tapa del váter y comenzó a llenarla de agua más fría que templada.
- Voy a llamar a Dae Hyun para que me ayude - avisó con intención de salir por la puerta y avisar al chico. Pero una mano se lo impidió. Con la mejor cara de cordero degollado que tenía en su arsenal Yong Guk le pidió en un susurro que no le dejase solo.
- Bang, no puedo meterte yo solo dentro de la bañera, además habría que quitarte la ropa... - le dijo algo avergonzado aunque en el fondo no le pareció tan mala idea al tener aquella visión.
- Puedo entrar con ropa, no te vayas por favor - le volvió a pedir a lo que Him Chan finalmente accedió.
Intentó que el chico se metiera dentro él solo pero estaba tan mareado que temía que resbalase y se diera algún golpe en la cabeza. Al final optó por meterse el también, así que quitándose las zapatillas de ir por casa metió un pie y luego el otro ayudando justo después a Yong Guk a meterse también.
No supo bien como lo logró pero al final terminó él acostado en la bañera con Yong Guk prácticamente sobre su cuerpo, su espalda apegada al pecho de Him Chan y la cabeza del líder apoyada en el hombro derecho.
- ¿Cómo estás? - le preguntó mientras le tocaba la frente, empapándole de paso el rostro y el cabello intentando que bajase de una maldita vez aquella jodida fiebre.
- De maravilla - contestó él aún con la garganta irritada.
El menor suspiró detrás de su mascarilla recién estrenada. La verdad es que el agua estaba algo fría, y eso que él siempre había tolerado de maravilla el frío en general. Miró a su mejor amigo tumbado prácticamente encima de su cuerpo y notó como el suéter de tirantes que solía usar para dormir se le había apegado al cuerpo, además el hecho de que fuese blanco no ayudaba demasiado puesto que transparentaba todo. Al menos el pantalón corto era de color gris porque si no aquello hubiera sido demasiado pervertido. En aquel momento no notó el agua tan fría como al principio.

Intentó despejar la mente y no pensar en lo bien formado que estaba el cuerpo de Yong Guk cuando una mano le tocó con suavidad la mejilla cubierta con la mascarilla.
El chico bajó la cabeza para encontrarse con los ojos oscuros del líder que lo miraban preocupados.
- No quiero que te enfermes por ayudarme - le dijo de repente
- ¿Te preocupas a estas alturas? Deberías haberlo pensado antes de arrastrarme a la bañera contigo... - Him Chan soltó un bufido mientras la mano de él continuaba acariciándole la mejilla por encima de la mascarilla.
- Lo siento, es solo que estaba pensando que no puedo darte un beso con eso puesto, y si te lo quito podría contagiarte - dijo como si fuera lo más normal del mundo decirle eso a tu mejor amigo, dentro de una bañera, mojados y él con una fiebre más que considerable.
- ¿En serio la bañera funciona? Porque creo que la fiebre te está subiendo por momentos.
- No creo que sea culpa del resfriado el que ahora mismo esté ardiendo - le contestó haciendo que el parpadease incrédulo.
¿Desde cuando Yong Guk pensaba así de el? Es más, ¿desde cuando él pensaba así de su amigo? Bien es cierto que el chico era guapo, al menos es su más humilde opinión dado que sabía que las fans pensaban que era el más feo de los seis, eso y las encuestas que solían salir al aire. ¡Hasta el propio Yong Guk lo había pensado en más de una ocasión?

¿En serio la gente pensaba que era feo? Tenía una sonrisa preciosa, inocente en ocasiones y mortalmente sexy en otras. Unos labios carnosos terriblemente tentadores. Unos ojos oscuros y seductores y un pelo suave y sedoso que envidiaba desde que lo había conocido. Un cuerpo digno de un dios griego y un carácter amable pero a la vez competitivo, con cualidades de líder. Era amable y querido por muchos. Por no hablar de la voz tan jodidamente erótica que tenía. Siempre lograba sacarle una sonrisa por muy deprimido o triste que estuviera, era verlo sonreír y automáticamente sonreía. Lo quería muchísimo, era su amigo, su hermano... pero ahora mismo le costaba verlo de la misma manera.
Se inclinó un poco y posó su boca en los labios de Yong Guk aún con la mascarilla puesta. Him Chan se apartó segundos después y fijo su vista en las manisas que había enfrente, no atreviéndose a mirar al chico.
Podía notar como le estaba mirando fijamente y no sabía como contestarle a las preguntas que tuviera para el. ¿Por qué lo había hecho? No tenía ni la más remota idea, solo quería besarlo y punto.

Notó movimiento bajo su cuerpo y antes de darse cuenta tenía a Bang Yong Guk encima con una mano quitándole la mascarilla para acto seguido empezar a devorarle la boca. Him Chan no se hizo de rogar ni se opuso a la intrusión, ¿qué desde cuando lo quería? ¿qué por qué no lo apartaba de un empujón y dejaba todo aquello como un mero desliz provocado por la alta fiebre del líder? No quería. Lo quería a él así, como estaba, encima de él y besándole aún a riesgo de contagiarse el resfriado.
- Bang... - susurró Him Chan contra su boca al mismo tiempo que él comenzaba a quitarse su suéter que cayó pesadamente fuera de la bañera.
- Me da igual lo que vayas a decir - le contestó con voz ronca mientras desplazaba el beso por su cuello, punto débil de Him Chan y que él sabía por haberlo oído en alguna que otra ocasión - Voy a hacerte mío aquí y ahora.

Por su cabeza pasó la imagen del grupo, de los miembros, la compañía, las fans... pero todo se fue a la mierda en el mismo momento que Yong Guk le quitaba el suéter que llevaba y comenzaba a mordisquearle los pezones.
Con sus manos trazó un camino hasta llegar al cierre de su pantalón que quitó con unas cuantas maniobras, no demasiado fáciles puesto que el agua hacía la ropa más pesada y el espacio era más bien reducido. Pero lo logró, y quedó Him Chan en ropa interior sentado sobre él, invirtiendo las posiciones que en un principio había tenido.
Bang Yong Guk coló una de sus manos por dentro de la ropa interior.
Cuando notó como el chico hundía los dedos dentro de su cuerpo no pudo evitar soltar un pequeño grito que fue callado por un beso. Una batalla de lenguas se instaló en el lugar mientras los dedos del líder no dejaban de moverse. La otra mano también había ido a parar a su miembro ya erecto, moviéndolo de arriba abajo y volviendo a Him Chan loco.
Este provechó que estaba ganando la batalla para moverse un poco y llevar la mano al cierre del pantalón del líder, bajándolo como buenamente podía de nuevo por la dificultad de dónde estaba metidos.

- Hazlo de una puta vez, Bang - le rogó el menor notando como cada vez que se acercaba al orgasmo con sus dedos el chico disminuía la velocidad.
- No, no... vas a venirte y gritar mi nombre para que te oiga todo el edificio, pero juntos - le dijo retirando los dedos para sustituirlos por su miembro más que erecto y listo a estas alturas. Entró prácticamente de una estocada, haciendo que el chico soltase un par de gemidos y llevase ambas manos al cuello, siendo el único lugar dónde poder agarrarse.
Yong Guk comenzó las embestidas con movimientos lentos pero profundos, haciendo que Him Chan gimiera cada vez que lo notaba hasta el fondo.
- Dilo... di mi nombre - le ordenó él mientras le mordía la línea de la mandíbula, haciéndole delirar por momentos.
- Yo-yong Guk... - dijo entre jadeos mientras se mordía el labio con fuerza.
El vaivén se intensificó. El agua se movía a su lado, en algunas ocasiones hasta salpicando el suelo a su alrededor. Pero no les importaba en absoluto, eran ellos dos disfrutando por fin de sus cuerpos sin pudor ni arrepentimiento. Porque se querían, más de lo que en un principio habían llegado a pensar. Se atraían de una manera magnética, no podía dudarse a aquellas alturas.
- Voy a... - contestó Him Chan cerrando los ojos con fuerza mientras tiraba un poco del cabello del líder, este asintió con la cabeza mientras aumentaba la velocidad. Se movía dentro de él de una manera bastante brutal, con fuerza y poder y eso le estaba volviendo loco por momentos, adoraba cuando se le imponía de aquella manera.

Bang Yong Guk notó como las paredes se estrechaban en su miembro al mismo tiempo que Him Chan se corría sobre su cuerpo, segundos después él le acompañó quedándose inmóviles por momentos, disfrutando plenamente del placer que invadía sus cuerpos, intentando que sus respiraciones volvieran a la normalidad.
Him Chan abrió los ojos y la visión tan erótica del rostro de Yong Guk plenamente satisfecho le hizo soltar una risita haciendo que él fijase la mirada en su mejor amigo, ahora amante, con solo un ojo abierto y respirando entrecortadamente por la boca.
- ¿Qué? - le preguntó notando como el chico no le quitaba la vista de encima.
- Nada importante, solo admiraba lo guapo que eres y lo terriblemente bueno que eres en el sexo - admitió sin vergüenza alguna haciendo que Yong Guk se riese.
- Ya sé que soy perfecto - le dijo con socarronería ganándose un golpe en la frente por parte de su pareja.
- ¿Qué haremos ahora? - le preguntó Him Chan minutos después mirando a su alrededor.
- Si te refieres al desastre de baño será cuestión de arreglarlo, si te refieres a nosotros... ¿qué quieres que hagamos? Me gustas, te quiero con toda mi alma así que no hay mucho más que hablar.
El menor se enterneció y no pudo hacer otra cosa más que besar aquellos carnosos labios con dulzura.
- Yo también te quiero, Bang Yong Guk.


Al día siguiente los miembros se encontraban muchísimo mejor, tanto de la enfermedad como de ánimos. Dae Hyun por su parte estaba totalmente recuperado y, para asombro de los chicos, Yong Guk estaba fresco como una rosa.
Se encontraban en la cocina preparando algo para comer cuando un grito los alertó a todos.
El líder soltó un suspiro y fue a ver al causante de aquel alboroto, entrando a su habitación y encontrándose con Kim Him Chan metido en su propia cama, tapado hasta arriba y con una mascarilla en la boca.
- Maldito pervertido, ¿has visto como estoy por tu culpa? - se quejó señalándose a sí mismo- estoy hecho un maldito desastre...
El chico rió y se sentó a su lado, retirándole la mascarilla y dándole un dulce beso en los labios callando de paso todas las quejas.
- Si sigues así volverás a enfermarte - le advirtió Him Chan aunque enternecido por el gesto despreocupado del chico- será como un puto círculo vicioso dónde alguno de los dos siempre estará enfermo porque el otro no puede quitarle las manos de encima.
Bang Yong Guk se encogió de hombros, restándole importancia antes de volver a inclinarse para besarlo.
- Me da igual coger todas las enfermedades del mundo mientras tú estés a mi lado- le dijo mirándole fijamente a los ojos -... porque tú eres mi mejor medicina.

FIN.





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